Se iniciaron los trabajos de cara al último torneo de este año en la escuadra azzurra. Luego de la barrida de diferentes miembros del plantel deportivo y de no conocer los nuevos refuerzos que llegarían a Millonarios, las preguntas siguen rondando en el aire y las expectativas crecen a medida que se acerca la hora cero para el arranque del segundo torneo.
Más allá de las novedades que todos ustedes conocen, este nuevo torneo podría ser más que la tabla de salvación (por aquello de los logros deportivos) una reivindicación para los dirigentes y jugadores azules. Si se perdió el “partido de la credibilidad” con respecto a los estados financieros del club (afirmación que hizo Gabriel Meluk en alguna columna pasada), esta es la ÚLTIMA oportunidad que tiene la dirigencia azul para enderezar el camino perdido hace veinte años. Con sobriedad y bastante elegancia, el profesor Quintabani pidió que en los camerinos del campo de entrenamientos se pintara algo singular, pero no ajeno: una estrella, que sería la catorce, encima del escudo de nuestro glorioso club. ¿Demagogia, mentira, falsedad? No: se llama estrategia, se llama proceso de mentalización, se llama OBJETIVO INMINENTE. Esto demuestra que el profesor argentino no solo tiene ganas de ser campeón: lo quiere ser con el más grande club colombiano. Es necesario, como lo planteó él en entrevista radial, que los jugadores se metan en la cabeza (y algunos en el corazón) que ese no es el único objetivo: así como lo describió alguna vez el ídolo Vanemerak, se trabaja día a día por los logros deportivos, por la familia y por la camiseta.
¿Refuerzos? Paciencia es lo que se pide. Todavía no se conocen los jugadores que probablemente llegarían a reforzar la defensa, el medio campo y el ataque (por que el revolcón fue tan grande que se desarmó un equipo completo). La ilusión siempre estará presente: pero hay que tomar las nuevas decisiones con mesura, con apego al sentimiento y con mucha cabeza fría. Empezaron a entrenar 12 de la plantilla profesional y lo más posible es que algunos jugadores que podrían vestir la casaca azul estén jugando las semifinales del torneo doméstico. Amigos: paciencia. Nuevamente invitamos a eso.
Señores dirigentes y jugadores: tienen una oportunidad más (tal vez la última) para hacer de este Millonarios 2008-II un nuevo campeón. Everton de Chile fue campeón ayer miércoles frente al encopetado Colo Colo, tetra-campeón de ese país, y luego de 32 años. No podemos esperar tanto. No queremos esperar tanto. Es el último partido que les queda, señores dirigentes y jugadores. La hinchada requiere de verdaderos hombres que se maten, que luchen, que jueguen bien dentro del terreno de juego. Ahora, más que nunca, se tienen que ver.
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