No se sabe qué más decir. Ante el fragor de la batalla de los dos equipos capitalinos, ninguno sacó ventaja propia, pero en el papel el que quedó peor parado fue el Millonarios de Quintabani. Un punto que no suma, sino que divide: divide la hinchada, el equipo, los periodistas. Todo el mundo quiere o parece tener una opinión diferente: son tantas las afrentas causadas, es tanto el dolor de un equipo que ya dejó de jugar, hace 21 años, por la camiseta, por el amor propio, por el dolor ajeno. No se explica, y lo dijo Amadeo Carrrizo hace corto tiempo, que quienes merecemos más respeto en el fútbol somos los hinchas. Jugadores que no les importa el sufrimiento en la tribuna, que seamos nosotros los que tengamos el sentimiento, no les importa que siempre copemos una tribuna mayor que la roja bogotana en un clásico, que los dirigentes ineptos piensen que los santafereños van a acudir en masa al Campín porque van en la punta del torneo y que hay que dividir el estadio en un “miti-miti” que sólo demuestra que están ávidos de dinero, de llenarse las arcas de lujos innecesarios, a costa de la pasión del pueblo embajador. Si son tan “avispados” para dividir el Campín, ¿por qué no piensan que aquellos compañeros de patio y ciudad no le dan plata, no le gastan una boleta a Millonarios? Por una sola razón: orgullo propio, orgullo de hincha.
No hay que hablar del partido con el Once Caldas, con el Pasto (que ni se ve por televisión cerrada), con el rojo capitalino. No hay que hablar del funcionamiento táctico del equipo (de eso sólo habla Quintabani en su tozudez, en su vasta experiencia, en su “porte” para conducir un equipo de fútbol que parece de barrio), no hay que hablar de las individualidades (¡gracias a Dios, Tejada convirtió UN SOLO GOL!), no hay que hablar de lo que se perdió (el semestre, por si no estamos hablando el mismo idioma). Ahora hay que re-pensar (qué palabra tan vasta) el futuro del segundo semestre de este año. Porque ahora, con nuestro sentimiento, ya jugaron bastante. Y nos dicen por la radio, más exactamente Antonio Casale, en la transmisión del Rock And Gol de Radioactiva (97.9 FM) que “el 31 de marzo de este año Millonarios, en Asamblea, dará la noticia que todos estamos esperando: que el Club Deportivo Los Millonarios será Sociedad Anónima. Pero eso, hasta ese día se confirmará” Qué irresponsabilidad: dar una noticia sin confirmar. ¿Para qué nos siguen ilusionando, jugando con nuestro derecho a nuestra felicidad altruista? No será, al parecer, nunca una completa justicia.
Quince días de para: para entender que no somos ni la pobre sombra de nuestra gloriosa historia. Repudiando el presente, añorando el pasado, reza un trapo en Oriental. Terminamos con palabras de Leo Farinella, Jefe de Redacción de Olé, diario deportivo de mayor circulación de la República Argentina, hincha furibundo de River Plate, sobre la derrota de River con Nacional en Montevideo. Es el fiel reflejo de nuestro dolor presente: “(…) pero son tantas las derrotas, tantos los golpes, que ya tenemos la nariz achatada y los pómulos hinchados. Nos vienen llenando la cara de dedos y no siempre se puede encontrar, en medio del fragor, una explicación coherente”. ¿Y ahora? Basta. No más. ¿Hasta cuando?
No hay que hablar del partido con el Once Caldas, con el Pasto (que ni se ve por televisión cerrada), con el rojo capitalino. No hay que hablar del funcionamiento táctico del equipo (de eso sólo habla Quintabani en su tozudez, en su vasta experiencia, en su “porte” para conducir un equipo de fútbol que parece de barrio), no hay que hablar de las individualidades (¡gracias a Dios, Tejada convirtió UN SOLO GOL!), no hay que hablar de lo que se perdió (el semestre, por si no estamos hablando el mismo idioma). Ahora hay que re-pensar (qué palabra tan vasta) el futuro del segundo semestre de este año. Porque ahora, con nuestro sentimiento, ya jugaron bastante. Y nos dicen por la radio, más exactamente Antonio Casale, en la transmisión del Rock And Gol de Radioactiva (97.9 FM) que “el 31 de marzo de este año Millonarios, en Asamblea, dará la noticia que todos estamos esperando: que el Club Deportivo Los Millonarios será Sociedad Anónima. Pero eso, hasta ese día se confirmará” Qué irresponsabilidad: dar una noticia sin confirmar. ¿Para qué nos siguen ilusionando, jugando con nuestro derecho a nuestra felicidad altruista? No será, al parecer, nunca una completa justicia.
Quince días de para: para entender que no somos ni la pobre sombra de nuestra gloriosa historia. Repudiando el presente, añorando el pasado, reza un trapo en Oriental. Terminamos con palabras de Leo Farinella, Jefe de Redacción de Olé, diario deportivo de mayor circulación de la República Argentina, hincha furibundo de River Plate, sobre la derrota de River con Nacional en Montevideo. Es el fiel reflejo de nuestro dolor presente: “(…) pero son tantas las derrotas, tantos los golpes, que ya tenemos la nariz achatada y los pómulos hinchados. Nos vienen llenando la cara de dedos y no siempre se puede encontrar, en medio del fragor, una explicación coherente”. ¿Y ahora? Basta. No más. ¿Hasta cuando?