“En un partido donde Millonarios mereció mucho más, se perdió en la ciudad de Barranquilla. Igual, la mente y el corazón están puestos en el próximo sábado a las 6:20 de la noche capitalina”.
No sabemos qué es más importante en este comentario acerca del partido contra el Junior: si reconocer que hace tiempo no ganamos en el Metropolitano, o que Millonarios, por pasajes, fue superior al Junior. Más allá que el cuadro de “curramba” sea segundo del torneo y que juegue mal, no lució como un equipo para estar en esa posición. No estamos para hacer un análisis del local (en este caso los “tiburones”) sino para entender por qué Millonarios no ganó. Y la respuesta vaya que no es sencilla: primero, Jimmy Asprilla tuvo un partido que no se puede calificar puesto que salió lesionado; la creación con Estrada y Ervin estuvo menos sólida que con Araújo, quien tuvo intención de llegar al arco contrario. Milton arrastra un cansancio, producto de su nueva incursión con la Selección de Mayores (donde fue usado por Pinto y a quien le dio instrucciones aún cuando se perdía por más de tres goles: ridículo) y Tejada todavía no ha tenido su reconciliación con el gol. Después de la salida de Asprilla, quien sustituyó a Rojas por acumulación de tarjetas, el profesor Quintabani, con una “cancha” impresionante mandó a Rafael Robayo a la zona de lateral derecho; entra luego Andrés Pérez y Javier Araújo, que dieron más personalidad al medio campo.
Opciones hubo y aún así no se concretaron. ¿Es malo perder de visitante, y de manera injusta? No nos parece: Millonarios, reconocido por el propio técnico local, es un equipo que seguramente estará en las finales y la cosa ahí es a otro precio; Millonarios tiene la solidez necesaria para entender que la regularidad está marcada por los puntos. Aún cuando hemos perdido tres partidos somos un equipo de campaña regular, y entiéndase esto así: no nos gusta perder y siempre se va por la victoria así ella traiga la derrota consigo; no es un pecado perder cuando se juega bien, y menos con jerarquía y orden táctico demostrado el pasado sábado. Millonarios está tranquilo porque de los doce puntos que tenemos en los partidos clásicos, sólo se han perdido tres. Vamos en la cuarta posición del torneo local y el balance es más que positivo.
Ahora viene un clásico con tintes especiales: un clásico capitalino que promete mucho en el papel. Este partido demostrará realmente de qué está hecho este Millonarios 2008. Tiene el glorioso azul, el papá del rojo, la primera opción de ganar este partido.
El clásico capitalino pinta de azul… “azul… pintado de azul!!!”
Opciones hubo y aún así no se concretaron. ¿Es malo perder de visitante, y de manera injusta? No nos parece: Millonarios, reconocido por el propio técnico local, es un equipo que seguramente estará en las finales y la cosa ahí es a otro precio; Millonarios tiene la solidez necesaria para entender que la regularidad está marcada por los puntos. Aún cuando hemos perdido tres partidos somos un equipo de campaña regular, y entiéndase esto así: no nos gusta perder y siempre se va por la victoria así ella traiga la derrota consigo; no es un pecado perder cuando se juega bien, y menos con jerarquía y orden táctico demostrado el pasado sábado. Millonarios está tranquilo porque de los doce puntos que tenemos en los partidos clásicos, sólo se han perdido tres. Vamos en la cuarta posición del torneo local y el balance es más que positivo.
Ahora viene un clásico con tintes especiales: un clásico capitalino que promete mucho en el papel. Este partido demostrará realmente de qué está hecho este Millonarios 2008. Tiene el glorioso azul, el papá del rojo, la primera opción de ganar este partido.
El clásico capitalino pinta de azul… “azul… pintado de azul!!!”
Sábado, 6:20 pm, con transmisión por televisión abierta. No hay excusa para no ir, y si no puede, al menos para verlo al compás de unas buenas cervezas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario