Millonarios salió deslucido, cansado, sin ganas de jugar y no aprovechó que el rival, a quien se le había ganado el año pasado, estaba relajado por pasajes. No quiso amedrentar al rival con tres número 10 como Ciciliano, Vásquez y Araújo; con la inclusión de Elkin Blanco por Gerardo Bedoya, quien se recupera de una cirugía correctiva en una de sus rodillas, se ganó en velocidad en el medio campo, pero la misma torpeza del volante permitió que nos quedáramos con 10 hombres dentro del campo con una expulsión innecesaria. Además de eso, el rival blanco atacó por los costados haciendo demasiado daño y de las tres oportunidades claras que tuvo el local ninguna se concretó por fortuna. Siendo consecuentes, pensamos que Millonarios pudo con ese hombre de más tratar de buscar el resultado por la vía de la creación o jugada individual, pero ninguno de los tres volantes de armado tuvo la suficiente convicción para llegar al arco contrario; jugadas aisladas de León Darío Muñoz, quien ingresó en la parte complementaria sumado a Sherman Cárdenas, que solo fueron escaramuzas. Luego, Ciciliano, el que maneja los tiempos del azul, vio la segunda amarilla y se fue a las duchas luego de un partido para el olvido ante su ex equipo. En ese momento, el local puso tres delanteros más un volante por izquierda que bastante daño le hizo al azul; Oscar Córdoba, quien cada día ataja de mejor manera, fue el artífice para que no nos convirtieran gol.
Nos fuimos de Manizales aburridos, algo desilusionados, pero con un punto en el bolsilo y eso, al menos, suma para la tabla general; no nos encontramos tan lejos de los líderes pero el gol, el aliciente para ganar partidos, desgraciadamente nos sigue jugando malas pasadas y todavía no llega. Ahora vienen dos escollos importantes: el Atlético Bucaramanga por Copa Postobón en partido de ida el miércoles y con el Deportivo Pasto en condición de local el próximo sábado después de las 8:00 p.m. Si Millonarios no gana el partido del sábado, será muy difícil recuperar los puntos perdidos, pues estamos al filo de la navaja con un rendimiento del 50%, que no es malo, pero si se sigue en dicho ritmo no alcanzaremos a estar en los cuadrangulares semifinales.
Nuestro deber es alentar y lo hicimos en Manizales viajando desde la Capital; la condición de las camisetas es algo que se debe estudiar más a fondo puesto que hubo personas que respetan la norma y otras no. Se pudieron entrar algunos trapos, pequeños en dimensión, pero que igual son “alusivos” a Millonarios y supuestamente eso está prohibido. No se acaba el fútbol por llevar o no una camiseta o trapo, pero sí cuando la reglamentación no se cumple a cabalidad.
Alentado siempre a Millonarios, como se debe; haciendo el aguante para el miércoles en Bucaramanga y el sábado en el Nemesio.