¡SEGUIMOS PUNTEROS!

“Sin importar los resultados de lo que resta de la fecha ycon gol agónico de Jonathan Estrada en el minuto 38, Millonarios ganó de visitante, otra vez, en la ciudad de Armenia ante un muy buen rival y, así, seguimos en la parte más privilegiada de la tabla. A pesar de la expulsión de Araújo, Millos no se descompuso y le supo dar la vuelta a un partido bastante complicado. Mucha ilusión…”

Millonarios afrontó su partido con casta en la ciudad de Armenia, demostrando que en los 60 años del nacimiento de la División Mayor del fútbol colombiano el más grande de todos debía hacer respetar su camiseta. Un partido intenso desde el minuto inicial hasta el final, donde el rival supo aprovechar en seguidos contragolpes la lentitud de una defensa algo pasiva en los primeros cuarenta y cinco minutos. Millonarios, en los primeros quince, tuvo la misma velocidad de su rival y supo aprovechar todos los espacios dejados, tanto que hubo dos opciones de gol que no se supieron concretar. Luego, después de la rapidez inicial, el Deportes Quindío tuvo como referencia los espacios por izquierda de Mauricio Casierra, quien tuvo un partido regular, el primero desde su llegada a Millonarios; consecuencia de eso, el gol que abrió el marcador en la ciudad milagro: Rodrigo Saraz, extranjero, arrastró toda la marca y batió a un José Cuadrado figurón otra vez en el pórtico embajador.

Luego del receso, Millonarios, por debajo en el marcador, se llenó de valentía y orden, mayor del que hemos visto en anteriores ocasiones. Después de varios pases, Milton Rodríguez, quien sigue finito con el gol, no desentonó: una pelota en medio del área y, después de varios embates, saca su potente izquierda para irse al fondo de la red. Cuando Millos era dueño y señor del partido, una jugada inoportuna de Araújo le permitió al azul quedarse con diez en el terreno. Justo en esos momentos, donde se creyó que Quindío saldría a atacar de forma desmedida, la evidente relajación de los jugadores locales les ganó una mala pasada. Salió Rojas por Mera, se volvió a la línea de cuatro en el fondo con más velocidad al centro (donde el Quindío fue fuerte) y Andrés Pérez por Milton, el jugador del partido. En los últimos diez minutos del partido, Millonarios aguantó el resultado y supo, desde izquierda confeccionar la jugada que daría la victoria: Robayo hace un pase magistral para “Café” Mendoza quien, sin visos de egoísmo, la sirve para Jonathan y de cabeza anota el 1-2 final. Aguantar y aguantar los últimos minutos.

Millonarios se alzó con la victoria, sufrida, pero con estampa de grande; un triunfo que sirve para mantenerse en la más alta posición del torneo local. Mucha ilusión latente, pero siempre con los pies en la tierra.

Ahora contra el Pereira en el Hernán Ramírez Villegas: a reconfirmar el liderato de este torneo y seguir demostrando por qué somos llamados a ser protagonistas este torneo.
Doce puntos de quince posibles: un rendimiento superior al 70%. Mucha ilusión, pero con los pies en la tierra...