“Cero en todo en la fría noche capitalina. Con muchos insultos por parte de la parcial azul hacia el Millos B, un lánguido empate por Copa Colombia sin anotaciones”.
No se sabe qué fue peor en la noche de hoy en el Nemesio Camacho: si el frío inclemente, la llovizna que produce gripa o la misma displicencia con la que el Millos B jugó hoy. Aún con el profesor Oscar Héctor Quintabani en el palco al lado del presidente de la institución azul, Juan Carlos López, los jugadores que debían rendir para que no fueran rescindidos sus contratos no mostraron nada en lo futbolístico. Un equipo que, a pesar de ser alterno, no tuvo iniciativas para contrarrestar a una Academia que paró a todos sus jugadores para empatar el partido, o por lo menos no perderlo.
Desde el arranque del encuentro Millonarios no fue claro en su línea ofensiva y, aún latente no sólo la eliminación de los cuadrangulares semifinales, los improperios no se hicieron esperar para el equipo, en especial a Oscar Briceño quien tuvo un mal partido en la noche de hoy. Línea por línea no nos vamos a detener. Basta solamente con decir que sólo 20 minutos el Millonario jugó algo bien y con toques de balón algo precisos. Definitivamente si los jugadores se querían mostrar ante el nuevo entrenador azul quedaron muy en deuda con el estratega argentino. Salvo algunas oportunidades que generó Ervin Gonzáles, que no fueron claras, Millos alterno siguió quedando en deuda con toda la parcial azul.
El profesor Nilton Bernal no fue ajeno a todo lo que le pasó al Millos que se vio hoy en el Nemesio: no grita, no dirige, se queda callado; se supone que se entrena en la semana para mejorar, para que los balones que se centran sean precisos, para que los jugadores que están en la titular se merezcan ese derecho por su esfuerzo y dedicación. Pero se les olvidó algo y hace mucho tiempo: que están en el Club más laureado de nuestro país y que defienden una camiseta que pide mayor prestigio y disposición de juego de parte de sus jugadores profesionales. También se les olvidó que jugaban contra un equipo que está EN LA CATEGORÍA B de nuestro fútbol: así, de verdad, no se puede.
¿Y qué sigue? Por lo pronto la otra semana el profesor Quintabani estará con la plantilla, suponemos, renovada y con caras que serán familiares o nuevas para todos. El tendrá la decisión en sus manos; y por lo visto en la noche de hoy no hay de dónde escoger para tener algo, ya sea de las Inferiores o jugadores que ya llevan su buen tiempo en la institución y que no han rendido. No les ha faltado oportunidad. Bien lo decía Jorge Valdano: “LOS EQUIPOS DE FÜTBOL SON UN ESTADO DE ÄNIMO”. No tienen ese ánimo necesario, imperativo. Y ni aún así quisieron mostrar algo. Mejor dicho: cero no solo en el resultado. Cero en todo.
Desde el arranque del encuentro Millonarios no fue claro en su línea ofensiva y, aún latente no sólo la eliminación de los cuadrangulares semifinales, los improperios no se hicieron esperar para el equipo, en especial a Oscar Briceño quien tuvo un mal partido en la noche de hoy. Línea por línea no nos vamos a detener. Basta solamente con decir que sólo 20 minutos el Millonario jugó algo bien y con toques de balón algo precisos. Definitivamente si los jugadores se querían mostrar ante el nuevo entrenador azul quedaron muy en deuda con el estratega argentino. Salvo algunas oportunidades que generó Ervin Gonzáles, que no fueron claras, Millos alterno siguió quedando en deuda con toda la parcial azul.
El profesor Nilton Bernal no fue ajeno a todo lo que le pasó al Millos que se vio hoy en el Nemesio: no grita, no dirige, se queda callado; se supone que se entrena en la semana para mejorar, para que los balones que se centran sean precisos, para que los jugadores que están en la titular se merezcan ese derecho por su esfuerzo y dedicación. Pero se les olvidó algo y hace mucho tiempo: que están en el Club más laureado de nuestro país y que defienden una camiseta que pide mayor prestigio y disposición de juego de parte de sus jugadores profesionales. También se les olvidó que jugaban contra un equipo que está EN LA CATEGORÍA B de nuestro fútbol: así, de verdad, no se puede.
¿Y qué sigue? Por lo pronto la otra semana el profesor Quintabani estará con la plantilla, suponemos, renovada y con caras que serán familiares o nuevas para todos. El tendrá la decisión en sus manos; y por lo visto en la noche de hoy no hay de dónde escoger para tener algo, ya sea de las Inferiores o jugadores que ya llevan su buen tiempo en la institución y que no han rendido. No les ha faltado oportunidad. Bien lo decía Jorge Valdano: “LOS EQUIPOS DE FÜTBOL SON UN ESTADO DE ÄNIMO”. No tienen ese ánimo necesario, imperativo. Y ni aún así quisieron mostrar algo. Mejor dicho: cero no solo en el resultado. Cero en todo.
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