miércoles, 30 de abril de 2008

OTRO EMPATE POR COPA COLOMBIA: ¿CUÁNDO VAN A GANAR?

La verdad no hubo mucho para ver en el Estadio Alfonso López de la ciudad de Bogotá: el juego disputado por el local, Bogotá F.C. y Millonarios solamente quedó en un triste empate que pudo ser más en el segundo tiempo.

Vimos un Millonarios que, a pesar que sus jugadores son diferentes a los del torneo profesional, tampoco tiene un carácter diferencial de sus similares profesionales. Un primer tiempo cargado de muchas faltas, juego en mitad de cancha donde los dos equipos jugaron completamente igual (4-4-2) sin posibilidades, para ambos, de poder rematar al arco. Confirmamos, una vez más, que hay jugadores que NO merecen estar más en una institución que merece respeto de parte de sus jugadores como Gustavo Rojas: tuvo un partido fatal, pero alguien lo sostiene dentro de la plantilla (blanco es, gallina lo pone...). Ervin González tuvo una mayor disposición al ataque pero cuando tenía la pelota se enredaba y no veía una sola con la doble marca que se le puso desde el primer minuto; el joven David Silva fue el más claro dentro del juego, pero se apagó a medida que transcurrían los minutos; los laterales Julio Tobar y Fernando Monroy tuvieron altas y bajas, pero muchas veces Bogotá fue mas claro por el centro; y Luis Alfonso Páez tuvo buenas oportunidades y así, como la defensa, se fue diluyó con el pasar del tiempo. El profesor Nilton Bernal, como su similar de la profesional, no tuvo mayores incidencias dentro del partido a pesar de los tres cambios que quemó, porque las oportunidades, al menos en ataque, no fueron concisas. No se paró a regañarlos, a darles ánimo al menos. Y es que es así: muchos de los hinchas que llegaron a la Universidad Nacional se dedicaron fue a "putear" a los directivos, a los mismos jugadores que siempre serán los que pagan los platos rotos y no a alentar como se debería hacer. Lástima por la situación que vive el Millo: se pensó que al menos este equipo podría ganar, pero definitivamente, así como en la Mustang, hace falta la mano dura, los gritos, el temperamento fuerte del "Basurita" Vanemerak.

Tuvimos dos claras: un tiro libre de Monroy que sacudió el palo izquierdo del portero y una que desperdició el joven Leonardo Castro. Es triste reconocerlo, pero las cosas no cambian ni en Copa Colombia ni en torneo local. Oscuro panorama.

Cero por cero. Y cero en todo para este Millos: un empate que suma, pero que no gusta. Millonarios, en la plaza donde esté, en la Copa que juegue, en cada estadio que se presente, por más nómina alterna que sea, debe salir a ganar. Por un momento parecimos más un entrenamiento del local que un juego donde el Millo debe salir a arrollar. Igual en este torneo, largo en su primera fase, hay desquite. Eso esperamos.

Terminamos con una reflexión de Antonio Ubaldo Rattín, exjugador argentino: "Los partidos de los domingos se empiezan a ganar los lunes". ¿Será que tienen la mentalidad, al menos algo en la cabeza, de ganar si quieren soñar con algo este semestre? ¿O seguirán cobrando el sueldo sin rendir deportivamente?

¡Por los tres puntos en Manizales!
¡La Agru – Pasión Gallina presente en Caldas!

domingo, 27 de abril de 2008

"QUÍTENSE LA CAMISETA Y DÉSELA A LA HINCHADA QUE JUEGA MEJOR"

“Dos goles bastaron para que el rival de patio nos liquidara en el primer tiempo. El Millo jugó desastroso y confirmó la institución, los directivos en palcos, UNA VEZ MÁS, que hay mucha hinchada para tan poco equipo. Igual, a esperar…”

Pocas son las cosas que se pueden destacar del clásico capitalino para los Millonarios: un equipo confundido en la cancha, sin orden, sin ideas, sin un conductor clásico (es decir un 10 neto) que sepa aprovechar los espacios que le dejó el rival de patio en la parte defensiva.

Millonarios hizo muy poco para ganar el clásico: le faltaron huevos y le sobran jugadores. El azul no fue capaz de llegar en casi veinte minutos de la parte inicial al arco contrario, en un partido marcado por la poca colectividad, salvo los embates de Jonathan Estrada que estuvo tan deslucido, tan poco efectivo, que hasta le sacaron tarjeta amarilla por juego violento. Está bien que se la saquen a Ciciliano, a Mosquera, hasta el mismo Cuadrado; pero todos los jugadores estaban tan mal que el reflejo de la amarilla de Estrada fue el indicio de un equipo que no gusta, que no promete, que no quiere jugar

Pasaremos por alto los goles que vimos: de buena factura, que le sirvieron al rival de patio para ganar. Que celebren todo lo que quieran, pero algo quedará y se llama hinchada. No ganó Millonarios, pero toda la parcial azul, la que paga la boleta, la que se sacrifica colgando trapos, que compra rollos, que recarga extintores, que hace nuevos trapos (como los de los Comandos Azules, que por cierto les quedó muy bien hecho), parece no tener recompensa con tanto jugador malo, PERVERSO. No hablaremos de TODOS los errores tácticos, de sus cambios, hasta de su técnico interino. Lo único que diremos es que ganó la hinchada: siempre, SIEMPRE, terminamos demostrando que somos más, que somos Bogotá y que tendremos mejores recibimientos para nuestro equipo. O mejor si: hablemos de eso.

Que se vayan todos, directivos, jugadores que no quieren al equipo y técnicos que se dejan manipular de socios para poner a sus jugadores. No estamos tristes: abatidos sí. Pero la reflexión de anoche fue fundamental: lo que sobra es hinchada, porque el equipo no lo vemos por ninguna parte, no hay. Y así suene desesperado: pedimos a Mario Vanemerak, porque estamos seguros que con él el clásico lo hubiéramos ganado. Así sea técnico de colegio, como algunos lo llaman, pero infundió respeto por la institución y la hinchada a todos los jugadores que dirigió. Quedó demostrado que a Bonner le queda MUY GRANDE el banco técnico: en el segundo tiempo NI SE INMUTÓ, NI SE LEVANTÓ A GRITAR. Y eso que dice ser hincha de Millos… Falta, definitivamente, la demagogia de Mario.
La Agru - Pasión Gallina agradece a todas las personas nuevas que fueron a ver el clásico y que integrarán, próximamente, nuestra barra. Los esperamos contra Bucaramanga, porque debemos acompañar a nuestro equipo en las buenas y en las malas.

Ahora, sin estar eliminados matemáticamente y posibilidades, sigue el partido contra el Once Caldas en Manizales. La Agru – Pasión Gallina viajará a la capital de Caldas para ver a nuestro equipo amado. Así gane o pierda el Millo, por fuera o de local, lo alentaremos cada vez que podamos viajar. Seremos pocos, pero el sentimiento es inmenso.

¡La Gallina se va de viaje para Manizales: con mucho aguante, con muchas ganas y con amor por nuestra camiseta y equipo! Puede más el amor que la razón.
¡Y vamos los Millos, te queremos ver ganar!

miércoles, 23 de abril de 2008

CLÁSICO CAPITALINO ESTE SÁBADO: ¿SERÁ QUE SÍ PODEMOS?

Después del sinsabor que se produjo por el empate en la ciudad de Neiva, los Millonarios nuevamente tienen un compromiso con su afición y con su hinchada: el partido del sábado a las 6:20 de la tarde será crucial en la necesidad de aspirar a entrar a los cuadrangulares semifinales.

Desafortunadamente, y como lo han expresado otros bloggers de nuestra escuadra azzurra, los temas de Millonarios siguen rondando en lo extra-deportivo y de una forma tal que sale a la luz pública en momentos donde lo que más se necesita es tranquilidad y serenidad.

Lo que sentimos ahora para este partido, más allá que sea el clásico de la Capital del país, es que se tiene que ganar sin importar el rival. Siempre tendremos presentes tantas oportunidades desperdiciadas para entrar a finales y siempre tendremos nuestra conciencia tranquila al saber que seguimos apoyando al Club más grande y emblemático de nuestro país. Pero ahora la responsabilidad recae sobre las personas que integran nuestra institución.

Por una parte, este viernes y como ustedes están enterados, habrá Asamblea General de los Socios del Club Deportivo Los Millonarios. ¿Qué tipo de decisiones, informes de gestión, preguntas, respuestas, EXCUSAS, van a tener los dirigentes para explicar que ha habido una recuperación financiera notable, pero que NO es suficiente porque los logros deportivos han pasado a un segundo e incluso tercer plano? ¿Será que los socios, mayoritarios y minoritarios, tendrán un balance positivo para hacernos creer que todo en Millonarios está bien, que no hay de qué preocuparse? La verdad es que nuestros directivos están por fuera de nuestro alcance: muchas veces no tenemos contacto con ellos y creemos que la mejor forma de expresar nuestro inconformismo no es haciendo marchas o cánticos, porque a la final ellos no los escuchan (¿al menos les interesan, les ponen cuidado? Señores Dirigentes: el hecho de deber menos dinero que el año o años pasados NO IMPLICA DESCUIDAR LA PARTE DEPORTIVA, LA QUE HACE QUE USTEDES PUEDAN PRESENTAR INFORMES QUE TENGAN CREDIBILIDAD Y SERIEDAD. HEMOS ESPERADO MUCHO TIEMPO PARA VER CAMPEÓN A MILLONARIOS, Y ES JUSTO CON LA HINCHADA, LA QUE ACOMPAÑA DOMINGO TRAS DOMINGO AL EQUIPO DE NUESTRAS ENTRAÑAS, QUE LE DEN ALGO. NO QUEREMOS INFORMES: QUEREMOS RESULTADOS DEPORTIVOS PARA QUE TODOS VAYAN AL ESTADIO Y VER AL NEMESIO LLENO FECHA TRAS FECHA.

De otro lado, la parte deportiva, el rendimiento del equipo, no es que anime mucho. Tenemos posibilidades matemáticas para entrar a cuadrangulares (siempre las matemáticas, los números…), pero el rival de patio, ya clasificado, querrá ganar para sacarse varias espinas (como no ganarnos hace tiempo) y no estar tan afanado por la posición de entrada a las semifinales. Hay que tapar, URGENTEMENTE, los huecos que se mostraron en Neiva la semana pasada. Proponemos a Julio Tobar en vez de Gustavo Rojas; que Roberto Carlos Cortés sea mucho más rápido en regresar a su área; que Andrés Mosquera, quien podría volver después de su expulsión, NO SAQUE OTRA TARJETA ROJA Y MENOS EN UN CLÁSICO; que el doble cinco sea el “El General” Bedoya con Robayo, y no con un Andrés Pérez que necesita más entrenamiento físico; que Ciciliano o Estrada NO VUELVAN A ERRAR UN PENAL (¿será que los entrenaron esta semana o se hicieron los de la vista gorda?); y que los delanteros (porque hay de dónde escoger, pero no los ponen a jugar) HAGAN GOLES PORQUE PARA ESO FUE QUE SE LES CONTRATÓ.

Acá damos “palo”, “varilla”, como ustedes le quieran decir, pero es que estamos HARTOS, CANSADOS, de que se siga jugando con la hinchada, la que fielmente paga su boleta para que ellos coman, vivan, tengan un sueldo, trabajen. Es que el partido del sábado no es de poca monta: define todo, incluso hasta la continuidad de dirigentes que NO merecen estar más dentro de la institución. Es un clásico de ciudad, si: pero se juega más que la vida. Se juega, en este partido, por la camiseta, por la hinchada.

La fe es lo último que se pierde, y siempre confiaremos en nuestro equipo del alma. Llenaremos, como cada partido y cada clásico, el Nemesio. La fiesta será a reventar: rollos, humo, extintores. Nosotros ponemos nuestra parte: a los jugadores les toca la otra.

¡Vamos azules, te queremos ver ganar!
¡Somos más, somos Capital, somos Los Millonarios!

lagallinaponehuevos@gmail.com

PD: escuchando en estos días en la mañana la radio, nos enteramos que gracias a una conversación sostenida entre Gabriel Meluk y Juan Carlos López, el presidente del club azul no negó, al menos, el rumor en el que Gerardo Bedoya le pidió plata para entrar a los cuadrangulares. Pero César Augusto Londoño, de la Cadena Caracol, le pregunto al mismo López y el lo negó. Luego llamo Londoño a Meluk a preguntarle su versión y el periodista de El Tiempo volvió a afirmar que sí se pidió plata. ¿A quien le debemos creer?

domingo, 20 de abril de 2008

UN PUNTO QUE... ¿SIRVE?

“Los partidos son de noventa minutos, y hasta el último minuto los jugadores de Millonarios no se dieron por vencidos. En varios errores arbitrales, el Embajador se quedó con un empate que mereció victoria. Pero hay que mejorar… mucho…”

Un empate 3-3 en condición de visitante fue el resultado del Millonarios del profesor Bonner Mosquera. Con más novedades que refuerzos (porque no aparecieron por ningún lado los argentinos), el Millo se alzó con un empate que no es nada valioso, sino que nos tiene por fuera del grupo de los ocho clasificados.

El primer tiempo, más exactamente en los primeros diez minutos, Millonarios estuvo completamente deslucido, sin fútbol y sin el control de la pelota. Repasando línea por línea, Cuadrado tuvo altas y bajas; la línea del fondo con Gustavo Rojas y Roberto Carlos Cortés como laterales estuvo insegura durante los tres goles y para rematar Luis Asprilla se lesiona más adelante en el compromiso. La línea del medio estuvo algo compacta, pero se nota que le falta mucha distancia a Andrés Pérez. Gerardo “El General” Bedoya estuvo aceptable durante el compromiso y tuvo que ser reemplazado por Rafael Robayo por un certero golpe en su cabeza, donde tuvo que ser atendido médicamente en el Plazas Alcid de Neiva. Esperamos que se recupere pronto el capitán azul. Ciciliano tuvo varias importantes, pero no fue determinante el compromiso. Muy buenas las actuaciones de Ervin González por izquierda, Oscar Briceño (quien se inventó el penal del 3-3) y Jonathan Estrada, a quien le anulan un gol donde parte desde atrás: lastimosamente los dos líneas estuvieron equivocados ante ambas direcciones, pero en esa última jugada del partido es dónde más afecta al Millonario.

¿Cosas rescatables para este Millonarios que se vio por televisión? Que cuando le quita la pelota al rival puede armar jugadas de peligro que le representes opciones claras de gol; que no se da por vencido en todo el partido: cuando el Millo tuvo el balón con mucha calma supo crear oportunidades de gol.

¿Cosas para mejorar? Que se tiene que trabajar, URGENTEMENTE, en definición desde los doce pasos: no es posible que a Ciciliano le atajen (bueno, eso no es anormal), pero que a Estrada sí (menos mal supo definir cuando el portero atajó); los laterales estuvieron más que regulares: dos goles del local salieron no sólo desde mitad de cancha sino por entrada a los costados. No sabemos si Gustavo Rojas sea esa opción, pero tuvo complicidad en dos o tres, y a Roberto Carlos Cortés varios se le filtraron y le “quebraron” la cintura.

Quedamos en el puesto número DOCE, sin contar con el partido de Manizales. ¿Podremos clasificar? Cada momento que pasa es uno menos que tiene Millos para entrar a los ocho; esperamos y confiamos que el azul sacará toda su casta para entrar al grupo de la semifinal. Se viene el clásico capitalino y ese partido, más allá de ganarlo, se necesita para definir una nómina diferente, que tenga dos laterales de mejor rendimiento y que deje a Rafael Robayo como doble cinco con Bedoya: es la hora que no entendemos ese cambio por Andrés Pérez.

Buen desempeño del equipo del profesor Mosquera, pero todavía falta esa puntada final.

¿No es para pensar, con tres goles y un equipo de puros "criollos", que le estaban haciendo el cajón los mismos jugadores a Mario Vanemerak? Es para pensarlo: porque Millonarios NUNCA jugó así con Mario como técnico. Amanecerá y veremos...

¡Ánimo Gallinas! ¡Somos más, somos azules, somos Capital!

lagallinaponehuevos@gmail.com

sábado, 19 de abril de 2008

LA ERA POST MARIO: INCERTIDUMBRE Y MUCHOS CAMBIOS.

“Los temas que rodean a Millonarios por estos días tienen sabor agridulce: la pérdida de Mario Vanemerak como técnico, el probable partido contra el Real Madrid, el interinato de Bonner Mosquera como técnico azul y el reemplazo del “Basurita”, aparte del partido contra Huila, en Neiva. Todo pinta difícil… todo…”
Nuevamente, en otro acto de desespero, la Junta Directiva del club embajador toma decisiones a la ligera. Sin desconocer que la sanción a Mario Vanemerak sería ejemplar, poco hicieron para salvarle el puesto del ex – técnico argentino. No esperaron a la resolución de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor para dictaminar, después de los descargos, la nueva imposición: no serán tres meses sino dos como sanción deportiva, y la multa bajará de diez millones a nueve. Así que, una vez más, vemos cómo se apresuran a tomar decisiones sin contar con los argumentos que sostenemos acá: seguramente los resultados deportivos no eran los esperados (44% de rendimiento con cinco fechas por jugar), pero las posibilidades de clasificar están intactas.

Ahora se le suma otro “problema” a Millonarios: fuentes del diario As, de España y uno de los más influyentes de Europa, aseguran que el Real Madrid, el connotado equipo que ha ganado en más de siete veces la Champions League durante toda su historia, podría jugar un partido de exhibición contra nuestro amado azul. Sin duda, es una noticia que genera expectativa y mucha alegría en la comunidad millonaria, pero se debe tener en cuenta lo siguiente: de todo ese dinero que se necesita para traer al club madrileño y su ejecución logística, ¿no es más sensato que tomen ese dinero de los patrocinadores que busca la Junta Directiva y le inyecten a Millonarios una suma importante para que haya resultados en el segundo semestre de este año (porque al parecer, y aún con opciones de clasificar, está muy complicado Millos por su calendario y rivales)? Está bien que se quiera homenajear a Don Alfredo Di Stéfano, la Saeta Rubia, el jugador más importante en la historia de ambas escuadras, pero la situación de coyuntura que vive Millonarios, con sus deudas y resultados deportivos, no es para pensar en ese partido. Ojalá se de, podamos jugar contra el Real, pero seamos sensatos: ese dinero podría servir para sacar a Millos, definitivamente, del atolladero en el que se encuentra.

Por otra parte, inicia la época (¿será viable llamarla así?) del profe Bonner Mosquera: con cambios susceptibles para enfrentar al Huila se marcha el equipo este sábado a las 5:30 pm. Lo primero: Bonner borró a todos los jugadores argentinos que trajo Vanemerak: no están, ni siquiera convocados, Rodrigo Astudillo, Ariel Carreño y Diego Cochas. Se nota a leguas que a Bonner no le gustan estos jugadores y opta por un equipo de criollos: Andrés Pérez podría regresar a la titularidad y se le dará la oportunidad a un joven de la tercera del Millo: Leonardo Castro, de tan sólo 18 años, podría ser una opción en la delantera para el técnico encargado. Regresan Ervin González y Gustavo Rojas a la convocatoria azul. No sé qué tipo de planteamiento presente Bonner, pero es mejor darle continuidad a los jugadores, de por sí costosos, que trajo la Junta y Mario. No es una locura de Bonner: simplemente son sus ideas, hay que respetarlas, pero no se comparten. Si Millonarios hace una inversión, ¿por qué no darle continuidad a un trabajo hecho, al menos de cinco meses? Veremos qué acontece en Neiva: esperamos que no sea otro desacierto del nuevo profe. Muchos rumores para el nuevo técnico embajador: ¡qué problema! Que sea lo que ellos digan, porque al final todo es así: lo que los dirigentes digan. Qué irresponsabilidad haberle ofrecido la dirección técnica al Bolillo Gómez y a Luis Augusto “El Chiqui” García: ¿es que no hay más directores técnicos en Colombia y en el mundo?

Cada día que pasa nos preocupamos más por la situación de nuestro equipo del alma: se pueden ir todos: dirigentes, jugadores, administrativos y todos los que componen las entrañas de esta institución. Pero lo que siempre va a permanecer es la hinchada: somos grandes por nuestra historia, pero también por demostrar, fecha tras fecha, ciudad tras ciudad, que somos más, somos azules, somos Capital.

¡Y vamos los Millos, te queremos ver ganar!
Ahora más que nunca…

martes, 15 de abril de 2008

¡GRACIAS, MARIO!

Debemos dar las gracias a una persona que le devolvió la alegría de la demagogia, de la camiseta, de la pasión por ser hincha: Mario Vanemerak tomó un equipo moribundo, apaleado por la displicencia de su técnico, el uruguayo Lasarte. Los jugadores se pararon en la raya contra él porque le quiso aplicar a Millonarios la táctica, válida en algunos casos, de jugadores que eran de su país pero que nunca pasaron por buen momento. Recordamos, con infame dolor, ese 3-1 que el Pasto nos “clavó” acá en Bogotá por torneo local y siempre recordaremos ese agónico triunfo, inmerecido, contra La Equidad, con un equipo que no jugaba mal sino pésimo. Vimos, con dolor ese día contra los pastusos, cómo la hinchada de occidental se paró contra sus jugadores, tiró objetos a la cancha y así se le dijo no más al uruguayo, que con todos los pergaminos nunca encajó entre las toldas azules. Aparte de salir en tanqueta…

Así, con un incendio para apagar, apareció el reemplazo de aquella persona: Mario le inyectó en menos de tres días la dosis suficiente de amor a la camisa azul, les dio moral, les explicó qué es Millonarios y así se venció a los verdes de Medellín con marcador y tocata de ensueño. Ese día, estupefactos, vimos por el televisor cómo resurgía esa demagogia, ese amor propio, esa estampa perdida por más de veinte años. Ahora, después de todos los problemas que surgieron gracias a la forma de ser del ex técnico azul, nos queda más que un camino incierto. La forma como fue echado, como un perro, de la institución azul, nos hace reflexionar en cuanto lo que más necesita Millonarios: llevamos tres años con un presidente que ha cambiado seis veces de técnico y que no ha sido capaz de levarnos, junto a sus contrataciones y demás, a una final de torneo local. Porque el merecimiento de haber llegado hasta la semifinal de una copa internacional debe ser única y exclusivamente del “Basurita”: no nos vengan ahora a decir que fue gracias a las gestiones de una junta directiva que lo único que ha hecho, hasta ahora, es jugar con la pasión y con la misma hinchada que, domingo tras domingo, y entre semana, les paga una boleta para que ellos y los demás afiliados a la institución coman, estudien, trabajen, devenguen un sueldo. Mario se quedó, para siempre y desde hace veinte años, con nuestro corazón. Lo “bancamos” a muerte, lo queremos, lo respetamos y siempre le daremos gracias por todas esas alegrías que nos brindó. No nos aguantamos, como barra, la determinación de haberle dicho “hasta luego”: si algo queda claro es que es la peor decisión tomada en mucho tiempo. Tenemos quince puntos para disputar, posibilidades de entrar a cuadrangulares, los mismos jugadores abogaron por él ante la misma junta negligente e irresponsable, querían que se quedara y la hinchada siempre lo quiso y lo querrá.

Suenan bastantes técnicos: el “Bolillo” Gómez y “Sachi” Escobar (los dos son paisas y sabemos que los bogotanos hinchas del Millo NO QUEREMOS VER A NINGÚN PAISA DIRIGIENDO AL CLUB DEPORTIVO LOS MILLONARIOS). Está Jorge Luis Bernal, el Cacique, quien podrá estar dentro de la baraja de candidatos; estaba Claudio Borghi, argentino, ex D.T. de Colo-Colo, pero quien ya firmó con Independiente de Avellaneda en Argentina. ¿Quién será? Por lo pronto, toca ver qué es lo que hace el profe Bonner Mosquera con el equipo: tiene que meterle muchos huevos y corazón a un equipo que, al parecer, no tiene ni rumbo ni final. Podrán pasar muchos, pero lo único que queda es la hinchada.

GRACIAS POR LAS MIL ALEGRÍAS QUE NOS DISTE, MARIO.
ESTAREMOS ETERNAMENTE AGRADECIDOS CONTIGO Y TE ESPERAMOS PRONTO, OTRA VEZ.
¡AGUANTE MARIO!

domingo, 13 de abril de 2008

0-4, EN CASA... CHICÓ NOS DIÓ POR EL ....

“Un desastre. Esa es nuestra calificación de un partido que pintaba difícil, pero nunca calculamos que por goleada. A reponerse y a respetar la hinchada.”

Con la cabeza caliente y el corazón destrozado, los aproximadamente 10.000 espectadores al Nemesio Camacho, salimos de nuestro segundo hogar. La verdad que fue una desastrosa presentación la de nuestra amada escuadra.

El Millonarios de la fecha contra los rojos de Cali y contra los verdes de Medellín no apareció en el terreno de juego: faltó no tanto el jugador número 12 (la hinchada) sino el 13: el profe, el más hincha, Mario Vanemerak. Muchos podrán decir que el no juega, no se pone la camisa dentro del terreno de juego, pero al menos la suda por fuera de él y siente a sus institución como suya. Hizo falta el técnico (Bonner: te respetamos, pero te falta mucho para dirigir al Millo), aquel que es más que estandarte dentro de las filas azules.

No ahondaremos dentro del partido, que fue tan claro como lo visto en la cancha: un Millos tímido, poco ofensivo e inseguro en su línea defensiva. ¿A quién podríamos culpar? El asunto no es de culpas, de quienes no recuperan balones, de quiénes no hacen los goles. Ricardo Ciciliano erró, OTRA VEZ, una pena máxima y, a partir de ese momento, Millonarios se desmoronó. No fue capaz, con un hombre de más, de entrar al arco rival. Discreto, por no decir malo (y a la final hay que aceptarlo), de todos los jugadores. ¿La figura de la cancha? Miguel Caneo del Boyacá Chicó. Si: así duela decirlo, pero fue, de lejos, el “figurón" de la cancha. Al Millo se le fueron las luces, así como le pasó a la torre de oriental sur. Se fue la luz, al parecer, en el Millonario.

Perdimos 0-4, en nuestra casa, en nuestra cancha. Pero, así gane o pierda, la pasión y la hinchada siempre está presente. Siempre perdurará.

“La camiseta de Millos con huevos se ha de llevar”

Ahora: a pensar en el partido contra el Huila en condición de visitante. ¿Nos podremos reponer de este durísimo golpe? La hinchada sí, pero no sabemos si los jugadores lo harán. Ojalá....

jueves, 10 de abril de 2008

UNA DECISIÓN SIN PRECEDENTES E IMPROCEDENTE

Todos nosotros conocemos a Mario Vanemerack: es una persona temperamental, que no le da miedo alinear a sus jugadores bajo esquemas tácticos que generan controversia, que conoce a fondo la realidad de los directivos de Millonarios; sabemos, que por su fuerte naturaleza, las reacciones de él no son las más positivas y, como entrena a un equipo del cual todos están pendientes, en cualquier ciudad, es una responsabilidad mayor ser tener ese cargo.

Mario no había hablado con la prensa después de las columnas incendiarias de Gabriel Briceño y Gabriel Meluk, sub-director y director de Deportes del diario El Tiempo, después de los desmedidos ataques de Iván Mejía en el Pulso del Fútbol de Caracol... En fin: Mario no tiene y no tendrá cabeza y pelos en la lengua para soportarse a la prensa, que beneficia en cierta medida, pero así como te engrandece ayer, hoy te la cobra y te manda para el abismo.

Dijimos en este espacio que es imperativo que Mario se calme, que no arme “pataletas”, pero nunca esperamos la sanción que se supo anoche al término del partido por Copa Colombia. Es más que desmedida por una sencilla razón: en el programa El Alargue, de Caracol Radio, Mario finalmente habló con un medio de comunicación. Y rescatamos la posición de él:

Él no pateo la puerta por respuesta al rendimiento de equipo: llegó primero al camerino y al ver que la misma no abría, le dio una patada que fue la que suscitó este enfrentamiento y posterior decisión de la Comisión Disciplinaria de la Dimayor.

Mario no sólo tiene muchas cosas por decir, pero es cierto que el periodismo le hace mucho daño por dos razones: su forma temperamental y porque es un técnico – hincha, del cual está completamente orgulloso.

Entiende él que sus reacciones han sido desmedidas, pero eso es producido porque al ser hincha no siente presión sino necesidad de ganar un título para las tribunas que lo vieron a él campeón con el equipo de sus amores. Si eso es pecado, es probable que se condene.

Se ha truncado su posibilidad de trabajo y como lo expresó textualmente “le están mutilando, quitando, sus piernas, su trabajo”. A Mario lo seguiremos apoyando y partimos de un concepto básico: si a alguno lo van a condenar por algún motivo, es necesario que la persona sea escuchada en descargos en el tribunal pertinente. Mario aclaró que nadie de la Comisión Disciplinaria lo llamó para tal efecto y creemos que la sanción es improcedente porque no tuvo derecho a la defensa. Se citan artículos, leyes, textos y demás argumentos penales y disciplinarios que sólo los entendidos conocen. Pero si soy acusado, tengo derecho a la defensa y a ser escuchado. ¿En qué parará este capítulo? No lo sabemos, pero estamos seguros que alentaremos más y más, y rogamos que él sea escuchado.

¿Por qué a Mario lo multan con dinero y con estar tres meses fuera de su puesto, sin haber incitado a la violencia en el clásico capitalino, y sin escucharle en argumentos sólidos? ¿Acaso es menos grave lo que pasó en el clásico caleño donde Umaña arremete físicamente a Carreño, y sólo le dan fechas? ¿Acaso El Campín se vino abajo, o hubo violencia a la salida del estadio cuando eso pasó? ¿No recuerdan que en Cali se tumbaron mallas, ingresaron hinchas a la cancha y hubo al menos un centenar de heridos? ¿Es que anoche no vio la dichosa Comisión los desmanes en el clásico de la costa? Se hacen los de la vista gorda porque no les conviene y tienen una regla, un rasero tan perverso como ellos mismos.

Qué tristeza.

EMPATE CON LA EQUIDAD SEGUROS

“Con goles del Potro Astudillo y Andrés Pérez, Millonarios empató 2-2 con La Equidad Seguros en una nueva fecha de Copa Colombia. Mucho trabajo necesita este equipo, pero el Millo se mantiene invicto en su estadio”.

El Millonario tuvo una presentación destacada anoche en el Nemesio Camacho, en un marco donde el común denominador, no sólo en Bogotá sino en todas las plazas, es la baja asistencia.

Sobre el partido debemos advertir que se jugaba contra un Seguros La Equidad que presentaba modificaciones no tan susceptibles dentro de su esquema táctico, pero sí en sus nombres. Millos, por su parte, le sigue dando continuidad a los jugadores que están presentes en esta nómina: Santander Ospina, Fernando Monroy, Andrés Pérez, José Cuadrado, Luis Zapata, entre otros. Sentimos que dentro de esta formación hizo mucha falta David Silva, pieza fundamental del partido pasado con Centauros para la zona de mitad que cancha que estuvo bastante discreta durante todo el partido.

En todo el partido el trámite siempre fue el mismo: errores de los Millonarios en mitad de cancha y La Equidad jugando con doble línea de cuatro y al contragolpe. Los goles del Millonario fueron convertidos por el capitán Pérez, en soberbio remate de fuera del área y por Rodrigo Astudillo en cobro desde los doce pasos. La Equidad, en dos desconcentraciones de la defensa, le hizo daño al azul. Apuntamos que José Cuadrado sigue demostrando su excelente nivel y pensamos que a veces el refuerzo es mejor que el titular. El portero vallenato tuvo exigencias dentro de su propia área y no logró que en cobros de pelota detenida el equipo joven de la Capital se llevara los tres puntos.

Regular manejo tuvo el Millo en su zona defensiva y media, y lo delanteros no estuvieron en su mejor noche: Astudillo, peleando todas donde podía; Briceño que tuvo una clara y desperdiciada; y “Telembí” Castillo, quien fue el mejor de su línea, aportó desdoble en marca y velocidad. Pudimos ganar si se concretaban las tres claras, pero la suerte no ayudó.

Ahora a pensar en el partido contra Boyacá Chicó: jugamos en el último partido de la fecha, con todos los resultados puestos y, aún así, tenemos que ganar como sea. Domingo, 5:30 de la tarde, en nuestro segundo hogar y en la misma tribuna de siempre.

¡Vamos Millonarios: somos azules, somos Capital!

lunes, 7 de abril de 2008

PERDIMOS, PERO... ¿SHOW DE MARIO?

“Se perdió 2-0 contra el Pasto en el extremo sur del país. Expulsados Asprilla y Mosquera, un gol anulado a Astudillo e incidentes con el técnico millonario y cruce de palabras de Ricardo Ciciliano con la prensa. ¿Algo peor?”
Desafortunadamente sólo pudimos escuchar por radio todas las incidencias del partido por El Ballet Azul, 970 AM, y la verdad que pocas cosas quedan por decir:

Las expulsiones: gracias al monopolio de las imágenes por parte de los medios de comunicación, no se pudieron observar. Entonces nos debemos reservar el derecho de la duda y no saber, a ciencia cierta, qué ocurrió. Lástima por Asprilla y Mosquera quienes eran bastiones para enfrentar el partido con Chicó: nos harán mucha falta.

Los goles: el primero es error de marca en pelota cruzada y de cabeza. Para corregir: Julio Tobar no es muy alto y, a diferencia de Asprilla y el mismo Mosquera, la marca fue demasiado pasiva. El segundo gol, que llega cuando el Millo juega con 9, es como "nada qué hacer": Millonarios, sin sus dos centrales y con los cambios hechos, jugó al fuera de lugar en todo momento. Pero es increíble ver como Luis Zapata no sólo NO corre detrás del balón sino que espera que José Cuadrado, nuevamente figura, sea el salvador del segundo gol.

Está bien: perdimos.
Pero preguntamos: ¿Mario Vanemerak, el mítico jugador que nosotros conocemos, aquel que nos ha dado alegrías al estar presentes en un copa internacional y demás, que tiene todavía romance con la hinchada, por qué toma senda reacción en Pasto? ¿Es eso digno de rescatar? ¿Entonces, si pierde con el Chicó el domingo, cosa que NO QUEREMOS, qué más hace: ponerse a pelear con los jugadores, darse trompadas con los directivos, salir del Campín en tanqueta porque nadie se le soporta su mal genio? Profe: lo queremos, lo respetamos y lo admiramos, pero debe tener en cuenta que no es digno que un técnico de Millonarios, por más hincha que sea, que patee puertas y calentadores sólo porque se pierde. Paciencia y mucha calma, Mario: debemos, en este momento donde tenemos 6 partidos finales, aferrarnos más al grupo de los 8 y hacerle a hablar a la gente sobre lo lindo, lo bello que juega Millonarios y no por los desmanes y pataletas que produce su técnico. Hoy lunes hay reunión de la Junta Directiva del Club para estudiar el caso Vanemerak: esperamos que recapacite, ofrezca las disculpas necesarias a la hinchada azul, a los pastusos y a toda la comunidad del fútbol.

Próxima cita: Miércoles 9 de Abril en el Nemesio contra La Equidad por Copa Colombia, suponemos que en Occidental General: esperamos una mayor asistencia millonaria.

¡Vamos Millos: todos ponemos nuestro grano de arena y con nuestro aliento y fortaleza seremos campeones!

jueves, 3 de abril de 2008

¡LA GALLINA SE LLEVÓ AL DIABLO!

“En una noche inspirada del medio campista Ricardo Ciciliano, el Millonario se quedó con tres puntos de oro en condición de local. La fiesta en las tribunas fue del local y en la cancha el Ballet lo puso el azul”.

Con un estadio lleno de azules, Los Millonarios se quedaron con la victoria ante un siempre complicado América. La intención de los escarlatas se reflejó apenas a los 22 segundos de iniciado el encuentro: en un balón que sale desde mitad de cancha, el delantero del cuadro de Cali sentencia el 1-0 parcial. Millonarios, a pesar que había mostrado en partidos pasados que le costaba encarar después de ir abajo en el marcador, esta vez no sólo tuvo la paciencia necesaria sino la actitud y definición para empatar y posteriormente ganar el encuentro. Ariel Carreño, de destacada actuación, remató al área y en un balón que el portero visitante deja en la misma se la deja servida al héroe de la noche para que remate. ¡Gol azul!

Luego, el trámite del partido en los primeros 45 minutos fue similar: Millonarios controló el balón, no se desesperó, tuvo paciencia y en una incursión del juvenil Alex Díaz deja que el barranquillero anote con completa tranquilidad y solidez. El Azul salió no sólo aplaudido, sino que nos demostró a nosotros, como hinchas, que la claridad no sólo sirve en las opciones sino en la definición. José Cuadrado, nuestro portero azul, demostró que lo hecho en Medellín ante los verdes no fue mera casualidad: tuvo tres exigencias y respondió. ¡Grande Cuadrado! El doble cinco en mitad de cancha no fue tan contundente a pesar de los esfuerzos de Robayo y Pérez: por momentos lucieron seguros en sus quites al rival, pero sus pases no fueron muy acertados. La defensa, a pesar la expulsión de Efraín Cortés (que sigue demostrando su excelente nivel), se comportó a la altura del encuentro.

El diablo, también con uno menos, supo aprovechar los espacios que dejaba el Azul, pero sólo se quedaron en intenciones: tuvieron mucho más la pelota, pero en otra entrada magistral de “Cici” anota el 3-1 definitivo: pensamos que el cambio para el ingreso era de Cochas por el héroe de la noche, pero no se equivocó el profe Vanemerak al ingresar al cordobés por Estrada. Nosotros, los capitalinos, de la mano de un medio campista inspirado, seguimos respirando para entrar a los cuadrangulares finales. Millonarios demostró que puede controlar un partido sin que se vayan los puntos: temple y estampa tiene este Millonarios. Quedamos más que satisfechos con el rendimiento del equipo y seguimos demostrando que nosotros somos Capital.

El próximo compromiso: Pasto, domingo 6 de Abril sin transmisión de televisión, pero lo alentaremos desde nuestros corazones hinchados de valor y coraje azul.

¡Vamos Millos: somos más grandes, somos Azules, somos Bogotá!