La verdad no hubo mucho para ver en el Estadio Alfonso López de la ciudad de Bogotá: el juego disputado por el local, Bogotá F.C. y Millonarios solamente quedó en un triste empate que pudo ser más en el segundo tiempo.
Vimos un Millonarios que, a pesar que sus jugadores son diferentes a los del torneo profesional, tampoco tiene un carácter diferencial de sus similares profesionales. Un primer tiempo cargado de muchas faltas, juego en mitad de cancha donde los dos equipos jugaron completamente igual (4-4-2) sin posibilidades, para ambos, de poder rematar al arco. Confirmamos, una vez más, que hay jugadores que NO merecen estar más en una institución que merece respeto de parte de sus jugadores como Gustavo Rojas: tuvo un partido fatal, pero alguien lo sostiene dentro de la plantilla (blanco es, gallina lo pone...). Ervin González tuvo una mayor disposición al ataque pero cuando tenía la pelota se enredaba y no veía una sola con la doble marca que se le puso desde el primer minuto; el joven David Silva fue el más claro dentro del juego, pero se apagó a medida que transcurrían los minutos; los laterales Julio Tobar y Fernando Monroy tuvieron altas y bajas, pero muchas veces Bogotá fue mas claro por el centro; y Luis Alfonso Páez tuvo buenas oportunidades y así, como la defensa, se fue diluyó con el pasar del tiempo. El profesor Nilton Bernal, como su similar de la profesional, no tuvo mayores incidencias dentro del partido a pesar de los tres cambios que quemó, porque las oportunidades, al menos en ataque, no fueron concisas. No se paró a regañarlos, a darles ánimo al menos. Y es que es así: muchos de los hinchas que llegaron a la Universidad Nacional se dedicaron fue a "putear" a los directivos, a los mismos jugadores que siempre serán los que pagan los platos rotos y no a alentar como se debería hacer. Lástima por la situación que vive el Millo: se pensó que al menos este equipo podría ganar, pero definitivamente, así como en la Mustang, hace falta la mano dura, los gritos, el temperamento fuerte del "Basurita" Vanemerak.
Tuvimos dos claras: un tiro libre de Monroy que sacudió el palo izquierdo del portero y una que desperdició el joven Leonardo Castro. Es triste reconocerlo, pero las cosas no cambian ni en Copa Colombia ni en torneo local. Oscuro panorama.
Cero por cero. Y cero en todo para este Millos: un empate que suma, pero que no gusta. Millonarios, en la plaza donde esté, en la Copa que juegue, en cada estadio que se presente, por más nómina alterna que sea, debe salir a ganar. Por un momento parecimos más un entrenamiento del local que un juego donde el Millo debe salir a arrollar. Igual en este torneo, largo en su primera fase, hay desquite. Eso esperamos.
Terminamos con una reflexión de Antonio Ubaldo Rattín, exjugador argentino: "Los partidos de los domingos se empiezan a ganar los lunes". ¿Será que tienen la mentalidad, al menos algo en la cabeza, de ganar si quieren soñar con algo este semestre? ¿O seguirán cobrando el sueldo sin rendir deportivamente?
¡Por los tres puntos en Manizales!
¡La Agru – Pasión Gallina presente en Caldas!
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